Charles Darwin,
el padre de la Teoría de la Evolución y probablemente el científico más
importante (y discutido) de todos los tiempos.
El rostro de Darwin lleva más de cien años
apareciendo... en las etiquetas de las botellas de Anís del Mono.
Para los que no se hayan dado cuenta todavía del detalle,
aquí van unas sencillas instrucciones. Tómese una foto de Charles
Darwin. Y compárese después la foto con la etiqueta de cualquier
botella de Anís del Mono, uno de los símbolos, que más y mejor reflejan las
costumbres de este nuestro país durante muchas décadas. El parecido y no se trata de una casualidad.
Puede que nunca lleguemos a estar del todo seguros de las
auténticas razones que impulsaron a los hermanos Bosch a colocar a
Darwin, con cuerpo de mono, en las etiquetas de su ya más que centenario
anís. Desde 1898, año en que fue elegido el cartel
(realizado por el pintor modernista Ramón Casas), el rostro del
científico más famoso del mundo aparece en todas y cada una de las
botellas del anís más famoso de España.
Teorías para todos los gustos:
Algunos
sostienen que no fue más que un intento de ridiculizar al científico,
el primero que se atrevió a decir que el hombre descendía de los monos,
precisamente en el momento (finales del XIX) en que el debate sobre sus
ideas era más violento. Y al parecer, los hermanos Vicente y José Bosch,
los dueños de la fábrica de anís de Badalona, no eraan precisamente
partidarios de la teoría de la evolución de las especies. Darwin, por
otra parte, también apareció por esos años (en 1871) caricaturizado y
con cuerpo de chimpancé en una célebre ilustración publicada por la
revista Hornet.
Aunque otros defienden, sin embargo, todo lo contrario.
Que los Bosch aprovecharon el debate para publicitar su marca de anís
como "la más evolucionada". De hecho, si uno se fija bien, el mono de la
etiqueta sostiene un papel en su mano derecha en el que se puede leer
lo siguiente: "Es el mejor. La Ciencia lo dijo y yo no miento". Sobran
comentarios.
No faltan tampoco los que dicen que lo del mono se debe a
algo mucho más simple. Al parecer, la mascota de la fábrica (un monito
traído de América) se hizo tan popular en Badalona que los paisanos iban
expresamente a verle "donde el anís del mono". Y con ese nombre se
quedó por fin el producto estrella de la compañía. (Por cierto, la
fábrica alberga una exposición que se puede visitar y en la que hay una
vidriera con el "Darwin-mono")
Finalmente, hay quien asegura que la idea no estaba
reflejada en el cartel de Ramón Casas (el mono de la etiqueta original
no tenía facciones reconocibles) sino que fue añadida después por el
grabador Salas, a la sazón suegro de Vicente Bosch...
Sea como fuere, lo cierto es que el rostro de Darwin
lleva más de cien años apareciendo en las dichosas etiquetas. Y que me
digan a mi, con independencia de la intención que lo llevó hasta ellas,
qué homenaje de los previstos se puede comparar a éste. Más de un siglo
de publicidad gratis... Más de uno, seguro, firmaría por menos de la
mitad...
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